Cuando un hombre le pide a Jesús que intervenga en una disputa familiar sobre una herencia, Cristo responde con una poderosa lección sobre la misión, el desapego y la sabiduría divina. El Evangelio de este domingo nos desafía a resistir la avaricia, buscar lo que está arriba y hacernos ricos en lo que verdaderamente importa a Dios.